El 28 de septiembre se celebró en Pontevedra el segundo torneo en memoria de Maite Méndez, fundadora del Club Baloncesto Arxil, impulsora del baloncesto pontevedrés y una de las artífices de que este club haya logrado un lugar destacado en el panorama nacional.
Más de 40 años entregada a la familia verde, luchando y reivindicando para que las mujeres pudieran practicar el deporte que tanto amaba. Un deporte al que dedicó toda su vida de manera altruista.
Maite era feliz dedicándose en cuerpo y alma a entrenar y formar a miles de jugadoras que pasaron por sus manos. Pero su enseñanza iba mucho más allá del conocimiento del baloncesto: su objetivo siempre fue forjar mujeres de futuro, con valores que trascendían de la pista de juego.
Todas ellas llevan consigo un poco del ADN de Maite, y solo quienes tuvieron el honor de compartir momentos con ella saben realmente todo lo que les dio. Querida y respetada en el mundo de la canasta, dejó una huella imborrable.
Por todo lo que representa, no fue difícil conseguir que este segundo homenaje fuese aún más especial que el primero. Sin duda, habría sido el homenaje que ella querría tener. Para esta convocatoria, el club pudo contar con una parte importante de las jugadoras que formaron parte de su día a día durante tantas generaciones y que se desplazaron desde distintos puntos de la geografía española para disfrutar de una jornada emotiva junto al actual equipo de Liga Femenina 2 del club.
Fue un evento muy seguido por los amantes del baloncesto: aficionados, técnicos y jugadoras tanto nacionales como extranjeras. Gracias al streaming, se pudo ver desde muchos puntos del mundo.
Muchos aficionados de la ciudad y de toda la comunidad se acercaron al pabellón para rendir homenaje a Maite Méndez. Todo ello convirtió la jornada en un evento con un impacto social, deportivo y emocional realmente importante.