Lino Vázquez y Mayte Méndez fueron fundadores del Arxil y sus hijas Aldara y Mariña juegan en el club.
El matrimonio formado por Lino Vázquez y Mayte Méndez forman parte de la historia del Club Baloncesto Arxil. Ambos fueron fundadores de la entidad, junto con Milagros Sanmartín, hace treinta años, cuando todavía solo eran pareja. Se puede decir que el deporte les unió y con el tiempo formaron una familia con la llegada de dos niñas, que ahora mismo comparten la misma afición con sus padres y juegan en el Arxil.
El deporte también puede provocar amistades peligrosas, pero en el caso del matrimonio formado por Lino Vázquez y Mayte Méndez fue todo lo contrario. Tras más de treinta años de conocerse forman una familia muy compacta tras la llegada de dos niñas que ya no lo son tanto, pues Aldara tiene 18 años y la pequeña Mariña está a punto de cumplir los doce.
A todos ellos les une la pasión por el baloncesto, pues los progenitores son los alma mater del Arxil junto con la presidente Milagros Sanmartín, mientras que sus hijas disfrutan de este deporte jugando en equipo de la entidad pontevedresa.
Lino Váz-quez reconoce que «llegué al baloncesto de casualidad, y al principio era un deporte que odiaba, pues cuando jugaba en el Cisne y en el Teucro los jugadores decíamos que era un deporte de maricas». Apunta que «cuando llegó Fran Teixeira al Teucro decidió prescindir del segundo equipo, y aunque estaba en la lista para entrenar con él, decidí dejarlo en solidaridad con mis compañeros».
Recuerda que «ya salía con Mayte y tuve que hacer las prácticas en el colegio de Poio y como allí había un equipo de baloncesto, me pidió que le hiciese de utillero o delegado. A partir de ahí me enganchó, pues un año más tarde decidieron hacer el Arxil y conmigo en la directiva. Desde ese día el baloncesto es la pasión más grande que tengo, aunque me gusta seguir jugando al tenis, ya que soy entrenador en esa modalidad, como también de balonmano».
Se da la casualidad que en estos momentos dan clases en el mismo colegio, en el Carballal, en Marín, pero Lino señala que «ella es la directora y yo doy clases de preparación física. Ella mira por sus intereses como directora y yo por los míos como trabajador».
De todos modos reconoce que «estamos muy poco tiempo juntos, debido a la diferencia en el horario de entrenamientos, pero en casa se habla muy poco de baloncesto y del colegio, tratamos de esquivar esos temas todos los días».
En relación a sus hijas, Lino admite que «son las grandes perjudicadas debido a nuestra situación en el club. Aldara puede llegar a ser una buena jugadora, pero le falta velocidad, mientras que Mariña tiene que mejorar en el aspecto físico, pues juega bien».
Admite que «en cierta ocasión, debido a la presión que les podemos meter si nos toca entrenarla, Aldara llegó a decir que «yo no tengo padres, tengo entrenadores», pero refiriéndose al aspecto deportivo, pues ella se daba cuenta de que los padres de sus compañeras le animaban en los partidos».
Aldara, que estudia 1º de Fisioterapia, juega en el equipo de 1ª División Senior Femenina y entrena con el Liga Femenina 2, mientras que Mariña forma parte de la plantilla de minibasket y ya fue campeona gallega en dos categorías y está en 6º de Primaria.