¿Con qué edad empezaste a jugar al baloncesto y en qué club?
Empecé en 2003, en el Arxil, tenía 8 años.
¿Quién te ha enseñado más en el baloncesto?
Durante estos 12 años he aprendido de todos un poco, pero destacaría a dos entrenadores, Lino Vázquez y José Manuel Mata.
¿Cuál ha sido el mejor momento en tu vida deportiva? ¿Y el peor?
Hay muchos buenos momentos: el torneo de Cangas del Narcea, el Eixo, la fase de ascenso. Pero en especial recuerdo un partido de clasificación para la fase final de liga gallega infantil, en el que teníamos que ganar por más de 12 puntos. Recuerdo que el pabellón estaba repleto y que todas estábamos muy nerviosas, pero conseguimos mantener la calma y hicimos un partido genial. Fue una sensación maravillosa.
Por suerte no he tenido momento muy malos.
Háblanos de qué es ser jugadora del Senior Autonómico para ti.
Jugar en el Senior Autonómica es una oportunidad de seguir disfrutando del baloncesto y evolucionar como jugadora.
Has jugado una fase de ascenso a primera División, ¿qué sensación tuviste y cómo se consigue?
Jugar una fase de ascenso es un premio muy gratificante por el buen trabajo realizado durante toda la temporada.
¿Cómo pasáis el tiempo en los viajes?
Pues como todas: escuchando música, estudiando, viendo alguna peli o charlando.
¿Qué objetivos te marcas a nivel individual y colectivo para esta temporada?
A nivel individual mejorar todo lo posible para ayudar al equipo.
A nivel colectivo seguir jugando como en estos últimos partidos y alcanzar nuestro máximo nivel.
¿Qué es para ti el Club Baloncesto Arxil?
Para mi el Arxil es una familia. Es el club en el que he crecido, como jugadora y como persona y en el que he conocido a personas que han marcado mi vida.