El pasado sábado, a las 20:00 horas, el pabellón del IES Frei Martín Sarmiento fue el escenario de un intenso encuentro entre el CAB y el CB Arxil en la categoría junior. El partido, que enfrentaba a dos equipos de la parte alta de la clasificación, finalizó con victoria local por 55-47, en un duelo que estuvo marcado por un arbitraje polémico y un ambiente hostil en las gradas.

A pesar de la derrota, el Arxil mantiene el basket-average a su favor, lo que le permite albergar opciones de quedar primero en la clasificación. Sin embargo, las chicas de verde ya no dependen de sí mismas y deberán esperar un tropiezo del CAB en los próximos encuentros para alcanzar la primera posición.

Dominio inicial del Arxil y un arbitraje que marcó el encuentro

El partido comenzó con un Arxil muy enchufado, imponiendo su ritmo de juego y logrando cerrar el primer cuarto con un parcial favorable de 5-13. Sin embargo, a partir del segundo periodo, el arbitraje comenzó a convertirse en un factor determinante. Las jugadoras del Arxil fueron sancionadas con un total de 14 faltas en el segundo cuarto, lo que no solo frenó su ritmo de juego, sino que también condicionó a varias de sus piezas clave, que se cargaron rápidamente de faltas.

El segundo parcial terminó con un 15-13 a favor del CAB, recortando la diferencia en el marcador gracias a la acumulación de faltas y tiros libres. La dinámica se mantuvo en el tercer cuarto, donde el Arxil sufrió constantes interrupciones que le impidieron encontrar fluidez en su juego. El parcial de 14-5 en este periodo reflejó el dominio local, favorecido en gran parte por las decisiones arbitrales y la dificultad de las verdes para mantener la concentración.

Un último cuarto en mitad de un ambiente hostil

El último cuarto fue un reflejo de la tensión acumulada durante todo el partido. El CAB cerró el encuentro con un parcial de 21-16, sentenciando el marcador final en 55-47. A lo largo del partido, el Arxil fue sancionado con un total de 34 faltas, el doble que las 17 cometidas por el CAB, lo que provocó la expulsión de cuatro jugadoras verdes por acumulación de personales, frente a sólo una baja en las filas locales.

El ambiente en las gradas tampoco ayudó al desarrollo del juego. La afición mostró un comportamiento cuestionable, llegando a silbar constantemente los tiros libres de las jugadoras visitantes, lo que añadió presión a un partido ya de por sí complicado.

Una temporada aún abierta

Con esta derrota, el Arxil ve cómo sus opciones de liderar la clasificación pasan por un fallo del CAB en los partidos restantes. Sin embargo, el equipo verde ha demostrado a lo largo de la temporada que tiene la capacidad para competir al máximo nivel, incluso en las situaciones más complicadas.

El compromiso, determinación y trabajo de las jugadoras serán clave en los dos partidos que quedan por disputar. El Arxil afrontará esta recta final con el objetivo de cerrar la temporada de la mejor manera posible y demostrar su valía dentro y fuera de la cancha.

A pesar de las dificultades, el equipo pontevedrés mantiene la cabeza alta y sigue mirando hacia adelante, con la ilusión intacta y la convicción de que todavía queda mucho baloncesto por jugar.