Las verdes arrancan con el fondo de banquillo más amplio que nunca y con el objetivo de pelear por la zona alta.
El Arxil todavía está engrasando la maquinaria para salir a por todos en un año en que han cambiado muchas caras y han bajado la media de edad. Hacía tiempo que no había tanto movimiento en la plantilla de las verdes para afrontar un año complicado por la fuerte competitividad. En pleno proceso de acoplamiento de las veteranas y las recién llegadas, el Arxil recurrirá también a la cantera para hacerse aún más fuerte.
Tras la marcha de Ana Martín y Ana Román, Carla Fernández queda como la veterana de la plantilla junto a María Lago. «Estoy ilusionada como el primer día, llego expectante y con muchas ganas de competir», explica Fernández que cumple su noveno año defendiendo la camiseta verde. Al frente del primer equipo sigue Maite Méndez, quien está satisfecha con la plantilla que ha formado, pero si tuviera que pedir algo más, sería tiempo. «Nos falta un poco para estar al 100 %, pero sí estamos preparadas para competir, tenemos una gran capacidad de reacción», explica el alma máter del equipo. Su capitana, Carla Fernández, o como ella misma dice «co capitana» junto a María Lago, asegura que empiezan la liga con el listón lo más alto posible y eso pasa «por intentar ir a la fase de ascenso».
Suben del Mafari
El Arxil se ha reforzado este año con tres nuevas jugadoras y con otras tres más, que por motivos académicos han recalado en la ciudad. Es el caso de Adriana, Alessandra y Margarita, que jugarán con el Mafari, aunque entrenan a diario con el equipo de Liga Femenina 2. Margarita Moreira es una de ellas. Llegó a la ciudad proveniente del Ensino de Lugo para estudiar Magisterio. «El Arxil me da la posibilidad de seguir formándome como jugadora en Primera Autonómica y en el Liga Femenina 2, espero hacerlo bien para poder seguir, al menos, tres años más», explica la pívot, que este fin de semana debutará contra el Mataró, un equipo catalán que cuenta con jugadoras y el entrenador que antes estaban en el San Adriá. «Serán duras, pero tenemos que salvarlas con nuestro coraje y creatividad», señala Méndez, que ayer apuraba el penúltimo entrenamiento antes de recibir el domingo al equipo de Cataluña.