Toda la plantilla del CB Arxil tiene estudios superiores y la mayor parte está ya trabajando.

El CB Arxil es un muestrario absoluto de mujeres trabajadoras. El equipo verde tiene en sus filas solo a dos jugadoras profesionales, las extranjeras que firmaron esta temporada, el resto están preparando oposiciones o trabajando en aquello para los que han estudiado en la universidad o en ciclos de Formación Profesional. La familia arxilista presume de un completo plantel de mujeres con formación superior en el que también entrenadoras y delegadas predican con el ejemplo. El futuro está además garantizado, con la estructura de base siguiendo el mismo camino que las mayores.

La desigualdad salarial entre hombres y mujeres no solo es un problema que afecte al mercado laboral, también está presente como la que más en el mundo del deporte. La proporción de deportistas masculinos en comparación con las mujeres que pueden vivir únicamente del deporte saca a la luz datos sonrojantes que se pueden ver en la práctica totalidad de las disciplinas deportivas, especialmente en las que son por equipos.

Desgraciadamente la mayoría de los patrocinadores todavía se muestran reticentes a apostar por el deporte femenino y la presencia en medios de comunicación de masas tampoco está ni mucho menos cerca de ser equitativa entre el deporte masculino y el femenino. Estos factores desembocan en una consecuencia directa; es muy difícil que una mujer pueda vivir únicamente del deporte si no juega en la máxima categoría nacional. A veces ni eso. Nuestras deportistas se ven obligadas a compatibilizar trabajo con deporte, haciendo encaje de bolillo para sacar horas de donde sea y generalmente teniendo que priorizar lo que les da de comer por delante de lo que más les gusta hacer.

En el deporte de nuestra comarca ese «superpoder» de desdoblar esfuerzos y rendir de igual forma en dos ámbitos de la vida totalmente diferentes lo encontramos en la plantilla del Arxil. En el primer equipo de baloncesto femenino todas las jugadoras, entrenadoras e incluso delegadas poseen estudios superiores, la mayoría universitarios, y casi la totalidad están ejerciendo ya de aquello para lo que han estudiado. Todo esto lo compatibilizan con entrenamientos diarios, viajes y partidos cada fin de semana. Ni qué decir cabe que en la segunda categoría del baloncesto masculino en España, nivel equivalente al que juega el Arxil, los jugadores se dedican solamente a jugar al baloncesto.

El mejor ejemplo de la dualidad trabajo-deporte de las verdes lo encontramos en la entrenadora Mayte Méndez. La preparadora lleva dirigidos ya unos 450 partidos en la segunda categoría del baloncesto femenino nacional en sus 17 temporadas al frente del club. Esta ardua dedicación deportiva y también tras las bambalinas la compatibiliza con un puesto de responsabilidad como directora y orientadora de un centro educativo de Educación Primaria. También a la enseñanza se dedica su segunda durante todos estos años, Milagros Sanmartín.

En la plantilla los ejemplos son también numerosos. El Arxil dispone de un plantel compuesto por futuras médicas, fisioterapeutas, psicólogas, profesoras o asesoras. Tan solo dos jugadoras, las extranjeras que firmaron por el club pontevedrés para esta temporada, tienen un contrato profesional y para el caso también han trabajado en un plan de futuro con estudios superiores que le den una salida después del deporte. La práctica totalidad de las jugadoras restantes están opositando o ejerciendo de aquello para lo que han estudiado, una fase académica que también convivió con su dedicación al deporte de la canasta.

Los valores que se adquieren en el deporte, especialmente en el deporte en equipo, son extrapolables a la vida cotidiana y es precisamente ese ideario de esfuerzo y trabajo que se promulga en el Arxil lo que hace que el equipo escoja a esas jugadoras y las jugadoras escojan vestir esos colores. «Creo que somos un club privilegiado y eso también va en el tratamiento que hacemos nosotras del esfuerzo, la dedicación y la implicación» subraya la entrenadora Mayte Méndez .

Tampoco en lo que se refiere a las delegadas del equipo el club verde se queda atrás. Tanto María Martínez como Marita Janeiro pueden presumir de un currículo formativo importante. Una ejerce como Policía Nacional, mientras que la otra tiene formación como técnico de emergencias.

FUENTE: FARO DE VIGO